Historia de la Investigación Clínica: leones, cítricos, cánones y ungüentos
Los primeros estudios clínicos y sus bases - Jacqueline Robledo
INVESTIGACIÓN CLÍNICA




La historia de la investigación clínica es tan antigua como la civilización misma. En nuestro post anterior, platicamos sobre cómo los primeros seres humanos recolectaron frutos, asegurándose de que fueran seguros para comer, basándose solamente en su sentido común, aplicando los mismos principios que cualquier persona aplicaría hoy en día. Bueno, esa es la información que tenemos, basándonos en la tradición oral y evidencias arqueológicas, pero ¿cuáles son los primeros registros escritos de la investigación clínica?
Antes de empezar, hay que responder una pregunta muy importante: ¿qué es la investigación clínica? Es el proceso por medio del cual se evalúa la eficacia y seguridad de los métodos de prevención, tratamiento y curación de las enfermedades, en otras palabras, como dice el dicho: “que el remedio no sea peor que la enfermedad”.
La historia moderna dice que el primer ensayo clínico registrado fue el realizado por James Lind en 1747 para tratar de curar el escorbuto. ¿Se acuerdan de haberlo estudiado brevemente en la primaria? Los marineros se enfermaban, padecían hinchazón, letargo, hemorragias, y eventualmente morían al pasar largas temporadas en el mar sin alimentos frescos, por lo que el Dr. Lind, tras probar 6 remedios diferentes en un grupo de12 sujetos durante 6 días (2 marineros recibiendo cada uno: jugo de manzana, vinagre, elixir de vitriol, agua de mar, un purgante o dos naranjas y un limón amarillo), descubrió que la enfermedad mejoraba notablemente tras suministrar cítricos, mientras que los otros grupos no tenían mejoría alguna (excepto el del jugo de manzana con una mejoría ligera), revelando posteriormente que el escorbuto era una deficiencia de vitamina C (cuyo nombre científico, ácido ascórbico, significa anti-escorbuto).
Pero realmente hay registros muuuuucho más antiguos de ensayos clínicos. ¿Estarán en las cuevas de Altamira, en las pinturas rupestres? No. ¿En el cromlech de Stongenge? Tampoco. ¿En las pirámides de Egipto? Sí, los egipcios tuvieron numerosos registros de preparación de medicamentos, mas no sobre su eficacia. De hecho, el primer registro de un ensayo clínico se encuentra en un libro, un best seller mundial: ¿será algo antiguo como la Odisea, o más reciente, como el Quijote?
En realidad ¡está en la Biblia! Y es un estudio sobre los beneficios de una dieta vegetariana sobre una dieta basada en carne. Está en el libro de Daniel. Sí, Daniel al que se iban a comer los leones. Ese era el estudio: sobre si una dieta de carne humana era mejor que una dieta herbívora para los leones. ¡No, claro que no! Antes de ese episodio, el rey Nabucodonosor de Babilonia ordena a sus soldados someterse a una dieta de carne y vino, pero Daniel y sus compañeros hebreos solicitan una dieta diferente, basada en legumbres y agua, y se les da permiso para probar el régimen alimenticio por 10 días, tras los cuales se evaluaría su salud general, comparada con la de los soldados del otro régimen. Tras ese tiempo, se comprobó que la dieta de Daniel era mejor, al verse más sanos, y se les permitió continuar con ese tipo de alimentación. Esto sucedió en el año 605 antes de Cristo y es el primer estudio comparativo con una duración determinada. Así que ser vegano o vegetariano no es una moda hipster actual, ¡tiene más de 2500 años!
De ahí saltamos a la época de Xena, princesa guerrera, donde su amigo Hipócrates en el año 500 a.C. realizó el primer juramento para el trato ético de los pacientes por parte de los médicos y otros profesionales de la salud, que es utilizado hasta la actualidad: “Usaré tratamientos para el beneficio de los enfermos de acuerdo con mi capacidad y mi criterio, y apartaré de ellos todo daño e injusticia”, dice uno de los extractos más importantes del texto griego.
Y después, no hubo nada: solo la oscuridad de la Edad Media donde reinaba la enfermedad. Un momento: eso sucedió en Europa, pero en el resto del mundo, la ciencia siguió progresando, aunque esto no se enseñe del todo en las escuelas. El científico, médico y filósofo persa Avicena (realmente llamado Ibn Sina, su nombre árabe) en el año 1025 d. C. publicó su Cánon de Medicina, un compendio de 5 libros donde sentó las bases para determinar la efectividad de nuevos fármacos y medicamentos, entre otras: probar los fármacos en una enfermedad simple, que la dosis sea proporcional a la gravedad de la enfermedad, observar el tiempo de acción, que el efecto sea constante y en numerosos casos, para comprobar que no sea accidental, y evaluar la actividad de los fármacos en animales y comparar si el efecto es el mismo en seres humanos.
De ahí, saltamos al año de 1537, donde el cirujano francés Ambroise Paré, al acabársele el aceite normalmente usado para la desinfección y curación de heridas en los soldados, tuvo que hacer uso de su imaginación, y confeccionó un “menjurge” con elementos que tenía a la mano: yemas de huevo, aceite esencial de rosas y turpentina, aplicados por una noche, y a la mañana siguiente, no habiendo podido dormir debido a la preocupación, observó las heridas, tanto de los últimos pacientes que habían recibido el aceite normal, como de los pacientes experimentales, y las heridas de estos últimos habían sanado mucho más: no tenían inflamación o hinchazón, eran menos dolorosas y los soldados habían podido conciliar el sueño. Este fue otro ensayo comparativo, que no fue planeado, pero tuvo buenos resultados.
Estos fueron los ensayos clínicos registrados en la antigüedad, hasta el primer ensayo oficialmente reconocido en la historia. En nuestro próximo post hablaremos de los ensayos clínicos más recientes, de la época moderna, y cómo evolucionaron hasta llegar a la actualidad.
Mientras esperan, imagínense: ¿cómo harían ustedes un ensayo clínico? Cuéntennos en las redes sociales.
Fuentes:
- Marañón Cardonne, Tatiana & León Robaina, Rosario. (2015). La investigación clínica. Un primer acercamiento. Humanidades Médicas. 15. 163-184.
- Lasker, Shamima. (2013). History of Clinical Research and Ethics. Bangladesh Journal of Bioethics. 4. 10.3329/bioethics.v4i1.14265.
- LifePro Now, The History of clinical research: https://www.lifepronow.com/2019/12/03/the-history-of-clinical-research/
- AMIIF, Investigación clínica: inversión para la salud pública en México: https://amiif.org/investigacion-clinica-inversion-para-la-salud-publica-en-mexico/
- Academia, History of Clinical Research, https://www.academia.edu/8448782/History_of_Clinical_Research
Imágenes:
- Daniel y los leones, Raipun, 2006. https://www.deviantart.com/raipun/art/Daniel-and-the-lions-40496580
- James Lindt y la cura para el escorbuto, Instituto de Medicina Naval, Reino Unido.