¿Existe la cleptomanía?
Descubre si este trastorno existe en la vida real
INVESTIGACIÓN CLÍNICA


Desde hace muchos, muchos años, se ha descrito, tanto en la literatura, como en el séptimo arte, y más recientemente en la televisión, las caricaturas y las redes sociales en la actualidad, una enfermedad, trastorno o padecimiento, que parece salido de la ciencia ficción, la cleptomanía.
Hasta el nombre suena raro, como inventado, como si fuera salido de una novela de Julio Verne. Cuando existe un personaje que padece cleptomanía, se le describe como una persona que roba sin querer, o hasta sin darse cuenta, no por dinero. Como si fuera algo inconsciente, que no está en su voluntad, o que no pueden controlar.
Pero, ¿qué creen? Que sí existe, Es un trastorno real, que, aunque no es muy común, si está documentado desde hace muchos años, desde que el psicólogo suizo André Matthey acunó la palabra cleptomanía en 1816, del griego "klepto", yo robo, o yo escondo, y "manía", como enfermedad mental o locura, para explicar por qué algunas personas ricas robaban sin necesitar el dinero o el objeto que sustraían.
A continuación les presentamos las características más importantes de este trastorno, y qué tiene en común con otros trastornos psicológicos que hemos visto con anterioridad aquí.
La cleptomanía es un trastorno del control de los impulsos. Al describirla por primera vez, se definió como “la tendencia a robar sin ningún motivo ni necesidad”. El cleptómano siente un impulso incontrolable de robar objetos, generalmente de escaso valor. A diferencia del ladrón esporádico o habitual, cuyo objetivo es enriquecerse de forma ilícita para su beneficio personal, el cleptómano normalmente no necesita el objeto que sustrae. Lo que le conduce a robar es un malestar generalizado matizado por emociones muy intensas. Esa tensión y ansiedad llegan a ser incontrolables y solo las puede calmar robando. Sin embargo, a la enorme sensación de alivio le sigue un inmenso sentimiento de culpa y remordimiento que a veces le lleva a devolver lo robado. Se trata de un círculo vicioso que se repite continuamente y del cual es muy difícil salir sin ayuda.
Existen diferentes tipos de cleptomanía, según la duración de los síntomas: esporádico, con episodios breves, y largos períodos sin actividad; episódico, con períodos prolongados de robos con períodos de remisión, y crónico, con años de padecimiento.
La cleptomanía depende de un conjunto de factores neuropsicológicos y personales, como dificultades para controlar sus impulsos, causado por un déficit funcional de los lóbulos prefrontales y las conexiones subcorticales, lo cual significa que sus funciones ejecutivas están afectadas, las que permiten planificar e inhibir los comportamientos de riesgo. En algunos casos también existe un desequilibrio entre los niveles de serotonina, neurotransmisor que ayuda a regular los estados de ánimo y las emociones, y la dopamina, otro neurotransmisor responsable de las sensaciones placenteras y gratificantes.
La cleptomanía tiene relación con algunos trastornos emocionales, como la depresión, la ansiedad, el TOC, y el abuso de sustancias.
Para diagnosticar la cleptomanía, hay que someterse a evaluaciones físicas y psicológicas. La exploración física puede determinar si es posible que haya causas médicas que desencadenan los síntomas. La evaluación psicológica incluye: hacer preguntas sobre los impulsos y sobre cómo hacen sentir al paciente, analizarlos desencadenantes, tests psicológicos o autoevaluaciones y usar los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-5.
La vergüenza puede dificultar la busqueda para el tratamiento de la cleptomanía. Sin tratamiento, es probable que la cleptomanía sea un trastorno continuo a largo plazo. El tratamiento para la cleptomanía incluye medicamentos y terapia psicológica, y a menudo, un grupo de autoayuda. Sin embargo, no existe ningún tratamiento estándar para la cleptomanía, y los investigadores aún intentan comprender lo que podría funcionar mejor.
Los medicamentos usados para tratar la cleptomanía son fármacos para tratar las adicciones, como «naltrexona», un antagonista opioide, que podría reducir el impulso y el placer asociados con robar; antidepresivos, específicamente, inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.
Existen muchos mitos en torno a la cleptomanía, como que es imposible que se cure una persona que lo padece, que están locos o que lo hacen a propósito, como cualquier ladrón, que roban todo el tiempo, o que sienten placer cuando roban, pero no son ciertos.
Actualmente existen solo 2 ensayos clínicos ya completados sobre 2 medicamentos, naltraxona, ya mencionada, y memantina (normalmente usada para Alzheimer) que han demostrado resultados en el tratamiento de este trastorno.
Si quieren saber más información sobre la claptomanía, no se pierdan nuestro live y las publicaciones en redes sociales esta semana.
¡¡Gracias por leernos!!
Fuentes:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/kleptomania/symptoms-causes/syc-20364732
https://lamenteesmaravillosa.com/5-mitos-sobre-la-cleptomania/
https://www.elpradopsicologos.es/autocontrol/cleptomania/
https://www.clinicaltrials.gov/ct2/show/results/NCT00880685?cond=Kleptomania&draw=2&rank=2
https://www.newyorker.com/magazine/2011/09/26/the-secret-shopper
Imagen:
https://itaepsicologia.com/que-es-la-cleptomania-causas-y-tratamientos/