¿Quién soy? Creo que tengo amnesia...

Un resumen de las verdaderas características de la amnesia

INVESTIGACIÓN CLÍNICA

Jacqueline Robledo

8/30/20220 min read


¿Qué se te viene a la mente cuando escuchas la palabra amnesia? Lo más seguro es que te acuerdes de las caricaturas, novelas, películas o programas donde a alguien le dan un golpe en la cabeza y hace que no se acuerde de quién es, cómo se llama, o dónde está, hasta que le dan otro golpe, o pasa algo, y se vuelve a acordar de todo otra vez.

Pero, ¿qué tan real es esto? ¿En serio puede pasar así, o solo es parte del entretenimiento, y nos han hecho pensar que es de verdad? ¿Es común, o no, cuál es la definición de amnesia, cómo se diagnostica y se cura? De todo esto hablaremos en este post.

La amnesia es la pérdida de memoria, es decir, la incapacidad total o parcial de almacenar o recuperar la información recibida sobre experiencias o hechos que han podido tener lugar en el pasado o de manera más reciente. Normalmente no se le olvida a la persona quién es, al contrario de lo que vemos en la tele. Es un trastorno que puede producirse tras el daño o alteración de cualquiera de las regiones del cerebro involucradas en la memoria como consecuencia de un traumatismo cerebral, demencias degenerativas, enfermedades del metabolismo, convulsiones, consumo de tóxicos, alteraciones psicológicas y en algunas ocasiones sin causa orgánica aparente.

En la amnesia se ven afectados los recuerdos (inmediatos o del pasado) pero, en general, se mantiene el juicio, la capacidad de razonar y el conocimiento de la propia identidad. La duración de la amnesia depende de la gravedad del daño o alteración que lo ha originado. Puede ser pasajera o permanente. El tratamiento se centra en la causa de la amnesia, aunque existen técnicas para reforzar la memoria que, junto a la asistencia psicológica, pueden ser de ayuda para las personas afectadas, especialmente por el impacto psicológico que se sufre al no recordar.

Existen dos tipos principales de amnesia:
-Amnesia retrógrada. Incapacidad de recordar el pasado, tanto inmediato como lejano. Suele ser más habitual no recordar los momentos previos al trastorno que originó la amnesia y sí los hechos anteriores.
-Amnesia anterógrada. No permite memorizar nuevos datos. No se recuerda lo sucedido después del inicio del trastorno. Está afectada la memoria a corto plazo, por lo que se olvidan los hechos unos segundos después de que sucedan.

No debe confundirse amnesia con demencia ya que, en la primera, no se deterioran otras funciones cerebrales aparte de la memoria. Por ejemplo, siguen intactas la capacidad de la persona de atender, razonar, comunicarse mediante el lenguaje, al igual que su inteligencia, identidad y personalidad.

La amnesia global transitoria es un un tipo particular de amnesia, en la que se produce amnesia de lo ocurrido desde que se inicia el incidente.En ocasiones, también puede producirse cierta amnesia retrógrada, habitualmente de los días o meses previos al episodio. Es un trastorno relativamente frecuente en el que se recupera la memoria en un plazo máximo de 24 horas y para la que aún no se conoce la causa. Por tanto, hablamos de una entidad y no de un síntoma.

Existen otros tipos de amnesia menos comunes:
-Específica de un sentido. Afecta a los hechos procesados por un solo sentido, como el oído o la vista.
-Amnesia infantil. No se recuerdan los hechos sucedidos durante la infancia.
-Disociativa. Impide recuperar información sobre sucesos traumáticos. La persona puede olvidar recuerdos personales e información autobiográfica, pero, por lo general, su duración es breve.
-De fuente. Se recuerdan datos concretos como una cara o un lugar, pero se desconoce su origen o relación con un hecho determinado.
-Inducida por drogas. Puede darse por consumo de drogas o por su administración terapéutica.

La amnesia se puede prevenir en algunos casos ejercitando el cerebro y haciéndolo trabajar. Para ello es importante mantener la mente ocupada, relacionarse con otras personas, dormir ocho horas diarias, evitar situaciones de estrés y llevar una vida saludable, sin excesos de comida o alcohol y realizando ejercicio físico moderado.

Para diagnosticar la amnesia, el médico hará una evaluación exhaustiva con el fin de descartar otras posibles causas de la pérdida de memoria, como la enfermedad de Alzheimer, otras formas de demencia, depresión o un tumor cerebral. Esta evaluación incluye:
-La evaluación comienza con una historia clínica detallada, por lo general, un familiar, un amigo u otra persona responsable del cuidado también participa en la consulta. Se preguntan:
Tipo de pérdida de memoria: reciente o a largo plazo
Cuándo empezó la pérdida de memoria y cómo avanzó
Factores desencadenantes, como lesiones en la cabeza, accidentes cerebrovasculares o cirugías
Antecedentes familiares, en especial, las enfermedades neurológicas
Consumo de alcohol y de drogas
Otros signos y síntomas, como confusión, problemas con el lenguaje, cambios de personalidad o alteración de la capacidad para cuidar de sí mismo
Antecedentes de convulsiones, dolor de cabeza, depresión o cáncer

-La exploración física puede comprender un examen neurológico para verificar los reflejos, la función sensorial, el equilibrio y otros aspectos psicológicos del cerebro y del sistema nervioso.
-Pruebas cognitivas, en las que el médico verificará el razonamiento y el discernimiento de la persona, así como su memoria a corto y a largo plazo.
-El médico puede solicitar: Pruebas de diagnóstico por imágenes, Análisis de sangre para detectar infecciones, deficiencias nutricionales u otros problemas. Un electroencefalograma para detectar la presencia de actividad convulsiva.

El tratamiento para la amnesia se centra en técnicas y estrategias para ayudar a compensar el problema de memoria, así como en tratar las enfermedades de fondo que la provoquen.
-Terapia ocupacional: Una persona con amnesia puede trabajar con un terapeuta ocupacional para aprender nueva información que reemplace la que se perdió, o para usar recuerdos intactos como base para asimilar información nueva. El entrenamiento de la memoria también puede consistir en distintas estrategias para organizar la información a fin de que sea más fácil recordarla, así como para mejorar la comprensión de una conversación prolongada.
-Asistencia tecnológica Para muchas personas con amnesia es útil usar tecnología inteligente, como teléfonos inteligentes o una tableta portátil. Con algo de entrenamiento y práctica, incluso las personas con amnesia grave pueden usar estos organizadores electrónicos como ayuda para realizar las tareas del día a día. Por ejemplo, los teléfonos inteligentes se pueden programar para recordarles acontecimientos importantes o para que tomen su medicación.
-Los recursos de baja tecnología que ayudan a la memoria comprenden cuadernos, calendarios de pared, organizadores de pastillas y fotografías de personas y lugares.
-Medicamentos o suplementos: No hay medicamentos actualmente disponibles para tratar la mayoría de las amnesias. La amnesia causada por el síndrome Wernicke-Kórsakov implica falta de tiamina. El tratamiento consiste en reemplazar esta vitamina y brindar alimentación adecuada. Aunque el tratamiento (que también comprende abstinencia de alcohol) ayuda a prevenir mayor daño, la mayoría de las personas no recuperan por completo la memoria perdida.

Algún día, gracias a la investigación clínica, se podrán descubrir nuevos tratamientos para los trastornos de la memoria como la amnesia. Pero es poco probable que un solo medicamento pueda resolver estos problemas debido a la complejidad de los procesos cerebrales.

Así que no te pierdas nuestro live y redes sociales para saber más acerca de esta enfermedad y cómo la investigación clínica puede ayudar a su tratamiento, y no solo esperar a que te den otro golpe en la cabeza.

Fuentes:

https://cinfasalud.cinfa.com/p/amnesia/
https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/amnesia#
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/amnesia/diagnosis-treatment/drc-20353366
https://clinicahispanaharrisburg.com/consejos-para-la-amnesia/